La Iglesia católica en Imphal, India, lleva adelante un proyecto de rehabilitación habitacional para proporcionar ayuda a las numerosas familias desplazadas de Manipur, víctimas de la violencia entre los grupos étnicos meitei y kuki de mayo de 2023, dado que en actualidad decenas de miles siguen sin casa porque debieron escapar de sus aldeas cuando estalló el conflicto.
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El padre Varghese Velickakam, vicario general de la arquidiócesis de Imphal, que coordina las ayudas, explicó que la jurisdicción eclesiástica comenzó la construcción de 600 casas de ladrillo para la comunidad de kukis, en su gran mayoría cristiana, con un compromiso financiero de 500.000 rupias, es decir, unos 5.500 euros. «Los desplazados internos en Munbi, en la parroquia de Singangat, distrito de Churachandpur del Estado indio de Manipur, fueron alojados en casas recién construidas», afirmó el presbítero.
«Son víctimas de la violencia en Manipur. Este proyecto es posible gracias a las diócesis, a las congregaciones y al aporte de personas individuales», aseguró el padre Varghese. «Los desplazados internos son personas que trabajan duro y que desean firmemente vivir con dignidad y paz. Todavía necesitan una mesa, sillas y algo de ropa para un mínimo de bienestar», ratificó.
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