La Iglesia en Brasil celebra la Semana Nacional de la Vida y el Día del Niño por Nacer, con el tema ‘El servicio a la vida: un camino de fecundidad’, del 1 al 8 de octubre, para reforzar la necesidad de defender la vida desde su concepción hasta su fin natural. Precisó que, a través de la oración, la escucha de la Palabra y la reflexión sobre el valor inviolable de la vida humana, se anima a los católicos a comprender el llamado que se hace a cada persona para agradecer el don de la vida humana y defenderla.
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Elaboró 8 encuentros en los que se presenta el respeto por la vida humana, la adopción, los derechos de los niños discapacitados, el ser cooperadores del amor de Dios, estar como Iglesia al lado de la vida, educar en los valores esenciales de la vida, el servicio a la vida y ofensa a Dios con toda violación de la dignidad humana. Además, se invita a llevar a cabo movilizaciones en defensa de la vida. El nuncio en Brasil, Giambatistta Diquattro, participó de la apertura que se realizó el sábado 1 de octubre, en la que reflexionó que «el pueblo en marcha, guiado por Moisés, era formado sobre todo por familias», un pueblo que «recuerda a la Iglesia que camina en el desierto del mundo actual».
Diquattro animó a «pensar en nuestras familias, en camino por los caminos de la vida en nuestro tiempo actual», y destacó «la carga, la fuerza de humanidad presente en una familia», al relatar situaciones que enriquecen la vida de las familias. Se refirió, a partir del cansancio del camino presente en el Pueblo de Israel, a los motivos que llevan a no soportar el camino en la vida matrimonial, y sobre los antídotos que Dios ofrece para superar dificultades. «El amor de Cristo puede restituir a los esposos la alegría, la vida. El Matrimonio es símbolo de la vida real, no es una ficción, es sacramento del Amor de Cristo y de la Iglesia, un Amor que tiene en la Cruz su confirmación, su garantía, su vida», enfatizó.
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