Hinduistas expulsaron a decenas de cristianos de las aldeas de los fieles en Kakdabeda, Tiliyabeda y Singanpur, en el distrito de Kondagaon, India, durante la mañana del miércoles 23 de septiembre. Los extremistas hindúes atacaron y destrozaron 14 hogares cristianos, sencillas chozas construidas con frágiles pilares de madera y techos de chapas.
Más de 1500 miembros de diferentes aldeas del distrito, convocados por grupos nacionalistas, se reunieron ese mismo día en Singanpur para realizar una manifestación. Muchos de estos amenazaron a los cristianos para que no volvieran a sus aldeas y se fueran a otro lugar. Los ataques se produjeron un día después de que destruyeran la casa de Shivaram Koyam, un cristiano de la aldea de Kakdabeda.
Los agresores hindúes exigen que si los cristianos quieren vivir con ellos, deben honrar las divinidades locales de su religión. En Chhattisgarh hay una ley contra la conversión desde 2000. «Los extremistas de Hindutva agitan el fantasma de las conversiones forzadas para sembrar discordias, sospechas e incluso odio contra los indefensos tribales cristianos. Ser un cristiano tribal significa vivir en total precariedad, expuesto a cualquier ataque y a cualquier falsa acusación», denunció Sajan George, presidente del Consejo Global de Cristianos Indios (Gcic), al comentar el lamentable accionar de los hinduistas que expulsan a los cristianos de las aldeas.
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