HAITÍ: LIBERTAD RELIGIOSA.

Por Jennifer Almendras.

Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva

El ‘Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2021’ (ILR) indicó que «la Constitución de Haití estipula que todas las religiones y creencias se ejercerán libremente en el país y que todos los ciudadanos tienen derecho a profesar su religión y a practicar su fe siempre y cuando el ejercicio de este derecho no altere el orden ni la paz públicos —artículo 30—». «La Constitución declara que no se puede obligar a nadie a pertenecer a una organización religiosa o a seguir una enseñanza contraria a sus convicciones —artículo 30, 1—. El artículo 30 (2) establece las condiciones para el reconocimiento y la práctica de las religiones y cultos», precisó.

«A través de un concordato firmado con la Santa Sede, se permite al Vaticano elegir a los obispos con el consentimiento del Gobierno. En virtud de dicho acuerdo, el Gobierno haitiano proporciona apoyo económico a los sacerdotes católicos y a las iglesias. Por ley, las organizaciones religiosas se tienen que registrar en el Ministerio de Asuntos Religiosos, al que tienen que presentar anualmente una memoria de actividades actualizada. El registro otorga a las organizaciones religiosas una serie de exenciones de impuestos. El Ministerio de Justicia permite que los clérigos de los grupos religiosos registrados emitan documentos con validez civil, como los certificados de bautismo y matrimonio», destacó el ILR.

Incidentes y evolución

Explicó que «en agosto de 2019 el Gobierno adjudicó una cantidad anual a los colegios católicos y protestantes registrados, conforme al concordato suscrito entre el Vaticano y Haití y al número de colegios que gestionan las Iglesias protestante y anglicana» y que «según el Consejo Nacional para los Musulmanes Haitianos, el Gobierno no adjudicó cantidad alguna a ninguno de los cuatro colegios musulmanes de educación primaria».

El informe aseguró que «entre septiembre y noviembre de 2019, se produjeron numerosas manifestaciones violentas en las que los ciudadanos protestaban por el incremento de los precios y por la crisis social y económica». «En octubre de 2019, la Conferencia de Religiosos de Haití anunciaba su intención de celebrar una ‘marcha nacional silenciosa’ para manifestar su preocupación por la crisis humanitaria del país. En mayo de 2020, con el número de casos de COVID-19 al alza, el Gobierno haitiano amplió el estado de emergencia a dos meses, manteniendo así cerrados una serie de centros, entre ellos los lugares de culto», afirmó.

Futuro de la libertad religiosa

«Durante el período que se estudia en este informe no se han registrado violaciones de la libertad religiosa ni tendencias evidentes de intolerancia o discriminación. Sin embargo, la igualdad ante la ley, en concreto la de los musulmanes, sigue siendo un problema. Haití sigue inmerso en una crisis humanitaria agravada por la permanente crisis política. Durante el período 2018-2020, los líderes religiosos han pedido medidas para que se ponga el bien común por encima de los intereses personales», sostuvo, al reiterar que «las crecientes dificultades políticas y económicas en las que vive la mayor parte de la población hacen que las instituciones de beneficencia religiosas sigan siendo claves para conservar la dignidad humana».

HAITÍ: LIBERTAD RELIGIOSA.

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