La fundación católica Kalinga ayuda a las personas sin hogar en Filipinas. Kuya Allen, una de las muchas personas sin hogar que fueron recibidas en un programa especial de curación y asistencia que lleva adelante en Manila, destacó que el programa de ayuda le cambió su vida, dado que le abrió el corazón y la mente, le «devolvió la dignidad perdida» gracias al «servicio y la generosidad» con los demás.
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Suscríbase al boletín de VenLAllen adhirió con entusiasmo al programa de recuperación ‘Abran los corazones y las mentes’ de la fundación Kalinga y hoy trabaja para otros necesitados, al cocinar y servir comida. La institución nació en 2015 por obra del padre Villanueva y su nombre completo es Arnold Janssen Kalinga Foundation Inc., en memoria del santo alemán que fundó, entre otras, la Sociedad del Verbo Divino. En los primeros tiempos, se ocupaba de alimentar todos los días cerca de un centenar de personas sin hogar que vivían en las calles de Manila.
Actualmente son más de 200 las personas sin hogar beneficiadas y también pueden recibir una cama y alojamiento en centros distribuidos en la capital. La palabra «Kalinga» se forma a partir de las palabras «Kain-Ligo-Nang-Ayos», que significa «una comida caliente y un baño al día», y tomó su forma actual en 2017 cuando se registró oficialmente ante el gobierno, el 8 de marzo de ese año. Para muchos marginados constituye un símbolo de esperanza, como explica el padre Villanueva, para construir «una sociedad en la que nadie se quede atrás y en la que todos sean tratados con dignidad».
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