Francisco reiteró que el «santo es un testigo que ha encontrado y seguido a Jesús», durante la audiencia general del miércoles 7 de abril, en la que reflexionó sobre la relación entre la oración y la comunión de los santos. Precisó que los santos nos recuerdan que «nunca es tarde para convertirse al Señor» por lo que alentó a pedir a los santos que recen por nosotros.
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«Las oraciones siempre renacen: cada vez que juntamos las manos y abrimos nuestro corazón a Dios, nos encontramos en compañía de santos anónimos y santos reconocidos que rezan con nosotros e interceden por nosotros, como hermanos mayores que pasaron por nuestra misma aventura humana», explicó, tras reiterar que los santos «son testigos que no adoramos». «No adoramos a los santos, sino que los veneramos. De 1.000 maneras diferentes nos remiten a Jesucristo, único Señor y Mediador entre Dios y el hombre», enfatizó el Pontífice.
Audiencia general completa del Papa.
Afirmó que «el santo te hace recordar a Jesucristo, porque Él ha recorrido esa vía, la del vivir como cristiano». «La santidad es un camino de vida de encuentro con Jesús, sea largo, sea breve, sea en un instante, pero siempre es un testimonio. Un santo es un testigo, un hombre, una mujer, que ha encontrado Jesús, que ha seguido a Jesús», aseguró el Papa Francisco. Indicó que «en la tierra hay personas santas, hombres y mujeres santos, que viven en santidad, ellos no lo saben, ni tampoco nosotros lo sabemos, pero hay santos, santos de todos los días, santos ocultos, o como me gusta decir, santos ‘de la puerta de al lado’, que conviven en la vida, que trabajan con nosotros y llevan una vida de santidad», sostuvo.
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