Francisco consideró que «la renuncia de los Papas no debe convertirse en una moda», en el encuentro privado que sostuvo con 82 jesuitas durante su viaje a Congo-Kinsasa, donde estuvo desde el 31 de enero al 3 de febrero pasado, con quienes habló, entre otros temas, acerca de una posible renuncia al pontificado, según indicó la revista italiana de los jesuitas ‘La Civiltá Cattolica’. «No se me pasó por la cabeza renunciar», aseguró, a pesar de haber firmado una carta de renuncia en caso de enfermedad.
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«Es verdad que escribí mi renuncia 2 meses después de ser elegido y entregué esta carta al cardenal —Tarcisio— Bertone», precisó el Pontífice, al referirse a quien aquel entonces era secretario de Estado de la Santa Sede. Además, aseguró no saber dónde se encontraba esa carta. «Lo hice por si tenía algún problema de salud que me impidiera ejercer mi ministerio y no soy plenamente consciente y capaz de renunciar. Esto no significa en absoluto que la renuncia de los Papas deba convertirse, digamos, en una moda, en algo normal», enfatizó el Papa Francisco.
Consideró que «Benedicto tuvo el valor de hacerlo porque no se sentía con fuerzas para continuar debido a su salud». «Yo, por el momento, no tengo eso en mi agenda», explicó ante los jesuitas reunidos en Kinsasa . «El ministerio del Papa es ad vitam —para siempre—. No veo ninguna razón para que no sea así. Piense que el ministerio de los grandes patriarcas es siempre vitalicio. Y la tradición histórica es importante. Si, por el contrario, hacemos caso a la ‘cháchara’, ¡pues entonces deberíamos cambiar de Papa cada 6 meses!», aseguró. El Pontífice, al inicio de su pontificado, se refirió en distintas ocasiones a lo acertado de la renuncia de Benedicto.
En junio de 2013, consideró que Dios hizo entender a Benedicto XVI el paso que tenía que tomar y que de este modo abrió una ventana para que él o futuros pontífices tomen una decisión similar. Consideró, el mes siguiente, que cuando Benedicto XVI anunció su renuncia al Pontificado fue el «ejemplo de un grande». En marzo de 2015, sostuvo que su papado sería breve, de 2 o 5 años. Actualmente, al Papa se lo ve utilizar un bastón o silla de rueda, debido a que sufre de ciática y problemas en la rodilla. En diciembre de 2022, reveló que firmó su renuncia en caso de no poder seguir gobernando la Iglesia católica por un impedimento en su salud. En julio de 2022, en la rueda de prensa a su regreso de Canadá también habló de su salud.
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