Francisco declara venerable al cardenal argentino Eduardo Pironio, el viernes 18 de febrero, tras autorizar la promulgación del decreto de la Congregación para las Causas de los Santos que reconoce las virtudes heroicas del purpurado, fallecido en 1998, que avanza en el camino para ser beato. Pironio fue obispo de Mar del Plata y presidente del Consejo Pontificio para los Laicos. Además, es considerado cofundador de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
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Suscríbase al boletín de VenLEl Papa aprobó la promulgación en una audiencia concedida al cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) aseguró su oración para la pronta beatificación de Pironio, en un mensaje tras conocerse la noticia. «Es un profundo gozo que una figura tan importante en la vida de la Iglesia, y que fue parte de este Episcopado, sea propuesto hoy como ejemplo de vida cristiana y sacerdotal y fuente de inspiración para nuestra caridad pastoral de obispos y sacerdotes, a través del reconocimiento que se ha manifestado de su vida y testimonio», precisó la CEA.
Compartimos el mensaje de la Comisión Ejecutiva del Episcopado Argentino ante la promulgación del Decreto que declara las virtudes heroicas del Siervo de Dios, Cardenal Eduardo Francisco Pironio.#Comunicación #CEAhttps://t.co/d2pdu7Hbpo
— Conferencia Episcopal Argentina (@EpiscopadoArg) February 18, 2022
El cardenal Pironio, a quien Francisco declara venerable, nació el 3 de diciembre de 1920 en Nueve de Julio en una familia de emigrantes italianos. Propuso a san Juan Pablo II la institución de la Jornada Mundial de la Juventud, un evento del que se le considera cofundador. Acompañó al Papa polaco a las JMJ de Buenos Aires, Santiago de Compostela, Częstochowa, Denver y Manila. Juan Pablo II recordó el aporte del cardenal a las JMJ en la Misa de su funeral, el sábado 7 de febrero de 1998. «¿Cómo olvidar el gran aporte que dio a las celebraciones de las Jornadas mundiales de la juventud? Quisiera dar gracias públicamente aquí a este hermano nuestro, que me prestó una gran ayuda en el ejercicio de mi ministerio petrino», indicó.
El purpurado, como obispo auxiliar de La Plata, participó como padre conciliar el Concilio Vaticano II. Fue secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). En 1972 fue elegido presidente del CELAM. Fue obispo de Mar del Plata de 1972 a 1975. Pablo VI lo llamó a Roma como prefecto para la Vida Consagrada, lo creó cardenal y lo tenía como su confesor personal. Juan Pablo II lo designó presidente del Pontificio Consejo para los Laicos —1984-1996—. Falleció en Roma el 5 de febrero de 1998. 8 años después de su fallecimiento, fue declarado Siervo de Dios por Benedicto XVI.
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