Francisco exhortó a que «aprendamos a invocar al Espíritu Santo más a menudo», en el Aula Pablo VI, durante la audiencia general del miércoles 10 de noviembre, en la última catequesis sobre la Carta de san Pablo a los Gálatas. Precisó que a lo largo de la Carta el Apóstol nos habló como «evangelizador, como teólogo y como pastor», al sostener que se puede decir que san Pablo fue capaz de dar voz al silencio de Dios.
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«En su corazón la fuerza del Espíritu realmente escavó: el encuentro con Cristo Resucitado conquistó y transformó toda su vida, y la dedicó íntegramente al servicio del Evangelio. Este es Pablo», indicó, tras asegurar que san Pablo defendió «la libertad llevada por Cristo con una pasión que todavía hoy conmueve». Reiteró que «estaba convencido de haber recibido una llamada a la que solo él podía responder» y quiso explicar a los cristianos de Galacia «que también ellos estaban llamados a esa libertad, que les liberaba de toda forma de esclavitud, porque les hacía herederos de la promesa antigua y, en Cristo, hijos de Dios». Afirmó que «era consciente de los riesgos que comporta la libertad cristiana, pero él no minimizó las consecuencias».
El Pontífice indicó que en nuestra vida «debemos confiar que el Espíritu siempre viene a ayudar en nuestra debilidad y nos concede el apoyo que necesitamos». «¡Por tanto, aprendamos a invocar más a menudo al Espíritu Santo! La oración al Espíritu Santo es espontánea: debe nacer de tu corazón. Debes pedir en los momentos de dificultad: ‘Espíritu Santo, ven’. La palabra clave es esta: ‘ven’. Pero debes decirlo con tu lenguaje, con tus palabras. Ven porque estoy en dificultades, ven porque estoy en la oscuridad, en las tinieblas; ven porque no sé qué hacer; ven porque estoy a punto de caer. Ven. Ven. Es la palabra del Espíritu. Llama al Espíritu. Aprendamos a invocar al Espíritu Santo más a menudo», solicitó el Papa Francisco.
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