El arzobispo de San Juan de Cuyo y el secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Jorge Lozano, presidió la Misa en la que entronizan una reliquia de san Óscar Arnulfo Romero en capilla de la nueva sede del organismo de comunión episcopal en Bogotá, Colombia, el lunes 22 de agosto. Al explicar que los altares suelen tener reliquias de los santos y en lo posible de los mártires, el prelado sostuvo que este caso se trata de un acontecimiento espiritual de gran importancia para una capilla que se acaba de bendecir y que pertenece al organismo cuya misión es acompañar el trabajo pastoral de las 22 Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe.
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«Todos los obispos estamos llamados al ser testigos de Jesús y el testimonio mayor es acompañarlo en la donación de la vida y monseñor Romero fue amenazado de muerte en diferentes momentos de su ministerio, pero pudo más el valor de su misión profética, sacerdotal y de caridad, que el cuidado de la propia vida, fue un obispo que defendió la Verdad, estuvo al lado de los más humildes y siempre estuvo dispuesto a promover el diálogo», precisó. El altar de la capilla de la nueva sede del CELAM contará con una reliquia de primer grado del mártir que de acuerdo con la comunicación oficial firmada por José Luis Escobar, arzobispo de San Salvador, está representada en un trozo de la sabana con la que se cubrió el cuerpo de Óscar Romero en el «Hospital Policlínica salvadoreña» el 24 de marzo de 1980. De ese trozo de tela se tomó la reliquia que consiste en una gota de sangre del mártir.
Lozano invitó a dar gracias a Dios por este Pastor que vivió a fondo el Evangelio y que debe animarnos a mirarnos en el espejo de su vida. Reiteró que la vida de san Óscar Romero fue un auténtico testimonio de entrega a Dios a través de amor a los hermanos. Aseguró que «dan ganas de imitar su entrega y claridad; hoy acariciamos y besamos su reliquia, su memoria y su vida», dado que su predicación y sus gestos siempre expresaron esa necesaria cercanía ante quienes se sienten que son nada. «Su alma supo del dolor por el desprecio a la vida que se palpa en cada guerra. Su pueblo estaba padeciendo en esos años enfrentamientos armados», enfatizó Lozano, en la Misa en la que entronizan la reliquia de san Óscar Arnulfo Romero.
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