La Santa Sede afirmó que «en el momento del nombramiento del arzobispo en Washington Theodore McCarrick en 2000, actuó sobre la base de información parcial e incompleta», como se lee en el Informe —disponible en inglés e italiano— que publicó el martes 10 de noviembre. El Informe sobre el conocimiento institucional y el proceso de toma de decisiones de la Santa Sede en relación con el excardenal Theodore Edgar McCarrick, que cuenta con casi 500 páginas, fue elaborado durante 2 años por la Secretaría de Estado a petición del Papa Francisco.
El Vaticano sostuvo que «se cometieron omisiones y subestimaciones, se tomaron decisiones que después se evidenciaron equivocadas, entre otras cosas porque, en el curso de las verificaciones solicitadas por Roma en su momento, las personas interrogadas no siempre dijeron todo lo que sabían». El cardenal y secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, precisó que el Informe «es un texto exhaustivo, que requirió un cuidadoso examen de toda la documentación relevante en los archivos de la Santa Sede, la Nunciatura en Washington y las diócesis de los Estados Unidos involucradas de diversas maneras». Indicó que la investigación se integró «con la información obtenida de los coloquios con los testigos y las personas informadas de los hechos, a fin de obtener un panorama lo más completo posible y un conocimiento más detallado y preciso de las informaciones pertinentes».
Parolin reconoció que este Informe «aflige por las heridas que el caso provocó en las víctimas, en sus familias, en la Iglesia en Estados Unidos, en la Iglesia Universal». Insistió que la investigación parte de «la visión global y del conocimiento, en su totalidad, de lo reconstruido de los procesos de toma de decisiones concernientes al excardenal McCarrick, será posible comprender lo que sucedió». Reiteró que dieron «pasos significativos para asegurar mayor atención a la protección de los menores e intervenciones más eficaces para evitar que se repitan ciertas decisiones tomadas en el pasado», tras recordar «el Motu proprio Vos estis lux mundi, que prevé la creación de mecanismos estables para recibir los avisos de abusos y establece un procedimiento claro para investigar las denuncias contra los obispos que hayan cometido delitos o hayan protegido a sus responsables».
Andrea Tornielli publicó en Vatican News un resumen del Informe. «Una primera ‘verificación’ informal de algunas acusaciones sobre la conducta del entonces arzobispo de Newark contra seminaristas y sacerdotes de su diócesis se hizo a mediados de los años 90, antes del viaje de Juan Pablo II a dicha ciudad de Estados Unidos. La investigación escrita, una vez más, no condujo a ninguna prueba concreta», enfatizó. «Un nuevo hecho cambió radicalmente el curso de los acontecimientos. El propio McCarrick, después de conocer evidentemente su candidatura y las reservas sobre él, escribió el 6 de agosto de 2000 al entonces secretario personal del Pontífice polaco, el obispo Stanislaw Dziwisz. Se proclamó inocente y juró que ‘nunca había tenido relaciones sexuales con ninguna persona, hombre o mujer, joven o viejo, clérigo o laico’. Hasta el momento del nombramiento en Washington no había habido ninguna víctima —adulto o menor de edad— que se hubiera puesto en contacto con la Santa Sede, o con el nuncio en los Estados Unidos, para hacer una denuncia por comportamiento impropio atribuido al arzobispo», indicó.
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