Algunas investigaciones realizadas por periódicos franceses y británicos revelaron que el gobierno de Togo espía a obispos y sacerdotes con un sofisticado programa insertado en sus teléfonos inteligentes. El obispo de Kpalimé y presidente de la Conferencia Episcopal de Togo (CET), Benoît Comlan Messan Alowonou, y el director nacional de Educación Católica y capellán de los dirigentes católicos de Togo, Pierre Marie Chanel Affognon, se encuentran entre las personas espiadas. Este programa informático se vende solo a los estados como parte de la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, pero no es la primera vez que se utiliza para cometer violaciones de derechos humanos. Movimientos laicos de Togo pidieron cuentas al gobierno por la grave acción que vulnera la intimidad de las personas espiadas y los derechos de las comunidades de fieles que las víctimas de espionaje asisten.
Las 6 asociaciones y grupos eclesiales, entre los que se encuentra incluido el Movimiento de dirigentes católicos de Togo, condenaron «la violación de las disposiciones» en el país que se refieren a «la protección de datos personales y también del secreto de la dirección espiritual que practica y establece la Iglesia Católica», por lo que pidieron cuentas al gobierno por la grave acción. «Nuestros pastores que fueron objeto de esta acción de espionaje tienen como misión la dirección y el acompañamiento espiritual que son intercambios relacionados con la más sagrada y profunda intimidad de las personas», lamentaron. «Queremos saber si lo que concierne a nuestra vida privada y espiritual no terminó en manos de personas que estarían dispuestas a pasar al dominio público para hacernos daño», aseveraron, tras descubrirse que el gobierno de Togo espía a obispos y sacerdotes.
Exigieron «a las autoridades gubernamentales que arrojen luz ante la opinión pública nacional e internacional sobre lo que parece ser un grave atentado a la convivencia, para restablecer la confianza que debe reinar entre Iglesia y Estado, entre el pueblo de Dios y los líderes políticos que también son miembros de este mismo pueblo de Dios». Por su parte, Alowonou sostuvo que «es imposible imaginar que un país pueda espiar a sus niños, y sobre todo a los obispos, a los sacerdotes». «Creo que quien haya leído los mensajes en mi teléfono habrá leído más palabras de Dios que otras cosas y sería para él un mensaje de conversión», afirmó el prelado. El programa israelí ‘Pegasus’, que espió a algunas personalidades del país de África Occidental, permite ver conversaciones, mensajes y recuperar el contenido de la memoria del teléfono, así como activar remotamente el micrófono y la cámara para transformar el dispositivo de la víctima en un espía ambiental.