Nadeem Samson, un cristiano acusado de blasfemia en Pakistán, recupera la libertad bajo fianza, tras 4 años de estar recluido en la cárcel, en lo que se considera un fallo histórico. La Corte Suprema de Pakistán aceptó el 6 de enero pasado, con una decisión histórica, el recurso que presentó su abogado Saif ul Malook, quien considera que la sentencia podría servir de precedente para otras víctimas. Malook pidió a los jueces que evitaran que el sentimiento religioso empañara su juicio, durante la audiencia de apelación.
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Suscríbase al boletín de VenL«Es una sentencia muy importante, la primera en la historia judicial de Pakistán y podría servir de precedente para otras víctimas acusadas de blasfemia», afirmó Malook en una videollamada con Jubilee Campaign y Voice for Justice. Los tribunales de Pakistán rechazaron con regularidad los recursos de fianza para las víctimas de blasfemia. Según el código penal de Pakistán, se puede conceder la fianza a algunos acusados, incluso acusados de asesinato, pero nunca había ocurrido con alguien acusado de blasfemia. El juez Syed Mansoor Ali Shah, al fundamentar la decisión, se refirió al artículo 497 del Código de Procedimiento Penal, que establece que si el juicio concluyó en 2 años y la demora no se debe al acusado, se puede conceder la libertad bajo fianza.
La ley de blasfemia se utiliza en Pakistán para resolver asuntos personales y se considera una forma de persecución contra las minorías religiosas de Pakistán. Samson había sido encarcelado debido a una disputa por el pago de una garantía de alquiler, pero las posibilidades de que sea declarado inocente no se incrementó. «Esa es otra historia», enfatizó Malook. El caso del cristiano acusado de blasfemia en Pakistán sigue pendiente en el Tribunal de Distrito de Lahore y podría tardar años en cerrarse. Ashiknaz Khokhar, defensor de derechos humanos en Pakistán, reiteró que «la mayoría de los casos de blasfemia son falsos y se utilizan como una forma de venganza». «Ahora están aumentando las acusaciones falsas contra las minorías religiosas. Los fanáticos islámicos usan sin piedad la ley contra la blasfemia para ajustar cuentas con sus rivales y los partidos religiosos para ganar influencia política en el aparato administrativo», denunció Khokhar.
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