Consagran basílica en memoria de mártires del comunismo en Kazajistán

Una iglesia en memoria de mártires del comunismo en Kazajistán fue elevada a basílica menor. "El título de basílica menor otorgado a la iglesia de San José en Karaganda es un reconocimiento muy importante para los católicos de Kazajstán. Es un verdadero santuario: muchos van allí en peregrinación, porque en su interior están las reliquias del sacerdote mártir del comunismo Vladislav Bukovinskyin", precisó el obispo de Karaganda, Adelio Dell’Oro.

Basílica mártires comunismo Kazajistán
Foto: Iglesia católica en Kazajstán.

Una iglesia en memoria de mártires del comunismo en Kazajistán fue elevada a basílica menor. El obispo de Karaganda, Adelio Dell’Oro, leyó durante una celebración eucarística el decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos con el que se reconoce como nueva basílica menor al templo. Es la primera iglesia reconocida como basílica en el país de Asia Central. «El título de basílica menor otorgado a la iglesia de San José en Karaganda es un reconocimiento muy importante para los católicos de Kazajstán. Es un verdadero santuario: muchos van allí en peregrinación, porque en su interior están las reliquias del sacerdote mártir del comunismo Vladislav Bukovinskyin», precisó.

«Aquí se encuentran las raíces de la presencia católica kazaja durante las décadas de represión comunista soviética, cuando no era posible profesar la propia fe. Es una iglesia única, porque es una de las primeras registradas oficialmente en Kazajstán, en 1977. El 29 de junio de 1980, el obispo Alexander Khira la consagró solemnemente. Por eso, con motivo del cuadragésimo aniversario de la consagración, solicité la concesión del título de basílica menor, y Francisco aceptó nuestra solicitud», indicó Dell’Oro. Precisó que los orígenes de la iglesia de San José se remontan al período posterior a la muerte de Josef Stalin, cuando en 1953 algunos sacerdotes liberados de los campos de concentración llegaron a la ciudad de Karaganda. «Entre ellos, el padre Wladislav Bukowinsky, el obispo greco-católico Alexander Khira, el padre Alexander Staub, el padre Alexiy Zaritsy, el padre Albinas Dumblyauskas y otros. Todos estos sacerdotes bautizaron, confesaron, celebraron la Santa Misa y los matrimonios clandestinamente», aseguró.

El prelado precisó que «a ellos acudía gente de regiones lejanas para recibir los Santos Sacramentos». «También había muchas mujeres creyentes: Gertrude y Valentina Detzel, Maria Becker, Thea Balter, Flora Stivikh y muchas otras que, a pesar de las crueles persecuciones, se dedicaban a la catequesis para adultos, niños y adolescentes, que se preparaban para la Primera Comunión y a los demás sacramentos», destacó, al recordar que gracias a la perseverancia de muchos católicos, el 28 de enero de 1977 se concedió el permiso para registrar la parroquia de la comunidad católica romana de Karaganda. «La asignación del título de basílica menor tiene como objetivo fortalecer el vínculo de esta iglesia con el obispo de Roma y resaltar su importancia en el territorio de Kazajstán. Esto es reconocible desde el exterior por la insignia pontificia en el portal de la entrada y en el interior de la iglesia», aseguró.

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