Consagran arzobispo al padre Mourad, secuestrado por Estado Islámico en Siria

El padre Jacques Mourad, monje secuestrado por Estado Islámico en Siria en 2015, fue consagrado como nuevo arzobispo de Homs, el viernes 3 de marzo, en una Misa presidida por el patriarca sirio católico Ignace Youssef III Younan, a la que asistieron también el cardenal y nuncio en Siria, Mario Zenari, el patriarca greco católico melquita Youssef Absi, el patriarca sirio ortodoxo Mar Ignatios Aphrem II y decenas de obispos. El nuevo prelado de Siria, que consiguió escapar tras 5 meses en cautiverio, fue raptado por yihadista encapuchados que irrumpieron en el monasterio de Mar Elian. En varias ocasiones durante el cautiverio, un islamista lo amenazó con un cuchillo en el cuello para que rechace su fe y obtener su libertad, pero prefirió mantenerse fiel a Cristo.

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El procurador del Patriarcado de Antioquía de los Sirios ante la Santa Sede, Rami Flaviano Al-Kabalan, destacó en la Eucaristía de consagración que el nuevo arzobispo de Homs «puso su vida en las manos del Señor», puesto que Dios lo eligió «para ser el padre espiritual que santifica a las almas con los sacramentos de salvación y guía a todos en la oración y el ayuno, el hermano paciente y cariñoso, el maestro sabio y entendido». Las heridas del pueblo sirio aún abiertas de la guerra se suman al terremoto que devastó Alepo, la ciudad natal del nuevo prelado. «En estas pruebas, los bautizados son conducidos a reconocer que están como en el exilio, porque ‘nuestra patria es el cielo’», reflexionó.

«Nuestra esperanza permanece en el Señor, que está vivo y cura nuestras heridas, seca nuestras lágrimas, consuela nuestros corazones. Seguimos siendo el pueblo de la esperanza, porque Él nos reconfortó en el Evangelio: No tengan miedo, yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo», aseguró. Los celebrantes dieron testimonio de la «especial humildad y gratuidad» que marcan la vida y el rasgo personal del nuevo arzobispo, hijo espiritual del padre Paolo Dall’Oglio, jesuita romano fundador de la comunidad monástica Dei Mar Musa, desaparecido a finales de julio de 2013 mientras se encontraba en Raqqa, en aquel momento bastión del Estado Islámico en Siria.

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