Fray Ibrahim Faltas, vicario de la Custodia de Tierra Santa, presidió la celebración de las primeras vísperas de san Juan Bautista, el 23 de junio pasado, en la capilla dedicada a él, en el monasterio de San Juan en el Desierto. Los frailes de la Custodia de Tierra Santa y los fieles locales participaron de la festividad.
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«Juan el Bautista es alguien que quiso cambiar el mundo, por un mundo nuevo, por un mundo más humano, más fraterno, vuelto a Dios con fe y obras. Y necesitamos a alguien tan valiente como Juan Bautista que clame en el desierto, que clame por la verdad, por la paz. Y luego también ser verdaderos testimonios de Cristo», indicó. Después, una procesión se dirigió hacia la cueva donde Isabel se escondió de la masacre de inocentes.
Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, presidió la Misa en Ein Karem, en la iglesia donde se conmemora el nacimiento de Juan, en la mañana del 24 de junio. «Zacarías e Isabel fueron ayudados por Dios a vivir esta vocación especial de dar a luz a Juan Bautista, que es el precursor, el que anuncia a Jesús presente en el mundo. Y fueron ayudados de una manera extraña, si se quiere, porque a Zacarías le ayuda quedarse mudo», aseguró.
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