Los católicos de Omán, comunidad formada por cerca de 60.000 fieles que equivale al 2% de una población de mayoría musulmana, celebran recientemente la primera ordenación sacerdotal en el país. Dickson Eugene, que proviene de la provincia salesiana de Bangalore, India, pero creció en Omán, donde pasó la mayor parte de su vida, recibió el sacramento del orden en la parroquia de los Santos Pedro y Pablo, en una ceremonia presidida por Paul Hinder, vicario de Arabia meridional —Emiratos, Omán y Yemen— y administrador apostólico sede vacante de Arabia septentrional —Kuwait, Arabia Saudita, Qatar y Bahréin—.
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Suscríbase al boletín de VenLHinder indicó que la primera ordenación, que celebran los católicos de Omán, se realizó en «un clima muy bello, de participación, aunque todavía hay algunas limitaciones por la pandemia —de COVID-19— que implican restricciones en el número de participantes». Explicó que el padre Eugene «creció en la parroquia» de los Santos Pedro y Pablo en Mascate, y «aquí sirvió como monaguillo, asistió a la escuela, y luego ingresó a los salesianos». «Estaba muy contento y agradecido por haber recibido el sacramento en su parroquia», aseguró. El vicario sostuvo que en Omán la Iglesia es una realidad «migrante» —compuesta por trabajadores indios, filipinos, europeos, americanos y africanos— donde existe un fuerte «espíritu de comunidad» que, sin embargo, no debe «replegarse» asumiendo derivas de sello «étnico o nacionalista».
Indicó que como en todas las realidades del Golfo «el reto es respetar las necesidades de cada uno en la práctica pastoral» partiendo «del idioma», pero «manteniendo el vínculo a nivel comunitario» aunque «no siempre sea fácil perseguir el objetivo». Aseguró que las 2 parroquias de la capital «son los puntos de referencia más importantes», tras enfatizar que hay otros 2 centros en el norte, cerca de la frontera con los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y uno en el sur, en Salalah, a mil kilómetros de Mascate que cuenta «con un solo sacerdote». «Ninguno de los feligreses es ciudadano de Omán, son inmigrantes por trabajo», aseguró, tras destacar que pueden reunirse, celebrar la Eucaristía y rezar, beneficiándose de una libertad de culto general. Además de la ordenación, el pasado fin de semana se celebró la confirmación de unos 170 chicos y un encuentro de todos los sacerdotes del país.
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