Los cardenales Rainer Woelki, Gerhard Müller y Paul Cordes hablan sobre el posible cisma en el que puede incurrir buena parte de la Iglesia en Alemania, por el deseo de varios de sus obispos sobre algunos temas debatidos en lo que se denominó el ‘Camino Sinodal’, encuentro de dos años donde participan obispos, sacerdotes y laicos. El periodista Edward Pentin, de National Catholic Register, precisó la opinión de estos 3 cardenales alemanes.
Woelki, arzobispo de Colonia, advirtió que «el peor desenlace sería si el Camino Sinodal lleva al cisma», y que «la peor cosa» sería si una «iglesia nacional alemana fuera creada allí», en las declaraciones emitidas en septiembre pasado. Müller, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, indicó que el pensamiento prevalente en la Iglesia en Alemania y buena parte de sus obispos es más característico del modernismo que del protestantismo. «Ellos quieren corregir la Palabra de Dios. Ellos quieren sobreponerse a ella, ser superiores a la Palabra de Dios… Ellos quieren enseñarle a Roma», lamentó, al aseverar que lo que contamina a la Iglesia en Alemania es un «pensamiento político, un pensamiento mundano».
Cordes, presidente emérito del Pontificio Consejo Cor Unum, consideró que ve «más bien improbable» que ocurriera un cisma con la Iglesia en Alemania, dado que esto implicaría un formal rehusar la «subordinación al Papa». Asimismo, aseguró ve a la Iglesia de su país abierta al «espíritu de los tiempos», al igual que al «virus teológico» del secularismo que «infecta la Verdad de la fe», en declaraciones similares a Müller. Sostuvo que cualquier observación de las «señales de los tiempos» debe interpretarse «a la luz de la eterna Palabra de Dios», y no al revés.
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