El cardenal y prefecto apostólico de Ulán Bator, capital de Mongolia, Giorgio Marengo, indicó que «el cristianismo ya se conocía y practicaba en torno al año 1000», en una entrevista tras el anuncio del viaje de Francisco al país del 31 de agosto al 4 de septiembre próximo. El purpurado de origen italiano, que sirve a la pequeña grey católica de Mongolia desde 2001, se refirió a la importancia de la próxima visita del Pontífice, que supondrá el primer viaje papal al país de Asia Oriental.
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Indicó que la Iglesia en Ulán Bator cuenta con unos 1.500 fieles, además de los pocos extranjeros que están por motivos de trabajo o por misiones diplomáticas. «La comunidad misionera está formada por 75 misioneros, que representan a 10 congregaciones religiosas y 27 nacionalidades. Es una comunidad verdaderamente internacional y muy diversa. Hay un total de 29 sacerdotes —de los cuales dos son locales—, 36 religiosas, 6 religiosos no sacerdotes y 3 misioneros laicos. Hay 9 lugares de culto registrados oficialmente», precisó.
«La Iglesia en Mongolia es una Iglesia pobre y pequeña, somos pocos, no tenemos muchos recursos. Pero en las pequeñas comunidades hay un cuidado mutuo particularmente fuerte, y los lazos que se forman entre las personas están marcados por un sentido edificante de la verdad y la autenticidad», aseguró, tras considerar que las relaciones con las otras confesiones es «una herencia que viene de lejos». «El cristianismo ya se conocía y practicaba en torno al año 1000, y nos gusta volver a conectar idealmente con esta antigua tradición», ratificó.
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