El cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa, Manuel Clemente, aseguró que fue «absolutamente necesario» posponer la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa 2022 a agosto de 2023, por decisión de Francisco frente a la emergencia por la pandemia del COVID-19.
«Posponer este acontecimiento fue absolutamente necesario, porque mucho antes que en 2022 comienzan los preparativos para la JMJ, lo que podría poner a muchas personas en riesgo de infección. Por el momento, la mayor preocupación es combatir esta epidemia», indicó el cardenal Clemente, al indicar que la postergación de la JMJ por la Santa Sede se tomó de acuerdo con los obispos de Portugal. Además, Clemente explicó que a pesar de los numerosos casos de COVID-19 en el país, hay una posible restauración gradual de la actividad parroquial en mayo, aunque la eliminación de las restricciones debe ser gradual.
El sacerdote y corresponsable del ministerio juvenil en la Arquidiócesis de Lisboa, Tiago Nunes, indicó que los preparativos para organizar la próxima JMJ se ralentizaron con la pandemia por el COVID-19, pero confirmó que las mismas no se detuvieron. Aseguró que muchos grupos parroquiales planean a través de las redes sociales organizar tareas en sus lugares de residencia.