El cardenal y predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, animó a ir «al encuentro de Cristo que viene», en la primera predicación de Adviento dedicada a la fe para el Papa Francisco y los miembros de la Curia Romana, en el Aula Pablo VI del Vaticano, el viernes 2 de diciembre. El purpurado explicó que la fe, esperanza y caridad, las 3 virtudes teologales, van a ser el centro de estas meditaciones de este tiempo litúrgico.
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«El mayor acto de fe que puede hacer la Iglesia —después de haber orado y hecho todo lo posible para evitar o detener los conflictos— es someterse a Dios con un acto de total confianza y sereno abandono, repitiendo con el Apóstol: ¡Yo sé en quién he puesto mi confianza!: Scio cui credidi (2 Tim 1:12). Dios nunca retrocede para hacer caer al vacío a quien se arroja en sus brazos», indicó. «Aprovechando la antigua tradición —patrística y medieval— sobre las virtudes teologales, intentaré un enfoque también moderno y existencial, que responda a los desafíos, enriquecimientos y, a veces, a los sustitutos propuestos por el hombre de hoy a las virtudes teologales del cristianismo», afirmó el predicador de la Casa Pontificia.
En italiano.
Reflexionó que «con la venida de Cristo, se da un salto cualitativo en cuanto a la fe». «No en la naturaleza de la misma, sino en su contenido. Ahora ya no se trata de una fe genérica en Dios, sino de la fe en Cristo nacido, muerto y resucitado por nosotros. La fe cristiana, por tanto, no consiste sólo en creer en Dios; consiste en creer también en aquel a quien Dios ha enviado», aseguró el cardenal Cantalamessa, al animar a ir «al encuentro de Cristo que viene, con un acto de fe que es también promesa de Dios y por tanto profecía». «El mundo está en manos de Dios y cuando, abusando de su libertad, el hombre haya tocado el fondo, él intervendrá para salvarlo ¡Sí, intervendrá! Por eso vino al mundo hace 2022 años», explicó.
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