El cardenal y arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, exhorta a la oración y la contemplación personal sobre los acontecimientos de la Semana Santa, en los que conmemoramos los hechos centrales de nuestra fe cristiana y de la historia de la humanidad. Indicó que es «una llamada a prepararnos con especial intensidad a los días santos de la Semana Grande de nuestra fe, sumergidos todavía en la oscuridad, sufrimientos y pasión de la pandemia, pendientes y sumergidos en una guerra, y pedir encarecidamente que ¡vivamos la Semana Santa!».
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Suscríbase al boletín de VenL«Miremos, meditemos, contemplemos los acontecimientos de la Semana Santa y el mundo cambiará y se renovará por la fuerza del amor, del perdón, de la vida de Dios, que no nos deja en la estacada de la pandemia, ni de la guerra, ni de la barbarie de genocidios ocurridos ahora mismo», sostuvo el prelado, tras mencionar la invasión rusa a Ucrania. «Los que creemos y amamos a Jesucristo, rebosantes de agradecimiento y compungidos por nuestros pecados, miramos a la Cruz redentora para contemplar y adorar al que cuelga de ella… Reavivemos la esperanza y el anhelo de que vuelva y todo participe de su victoria definitiva sobre los poderes del mal y de la muerte», afirmó el purpurado.
Aseguró que «es preciso que los cristianos vivamos estos días con especial intensidad religiosa y de fe cristiana». «Es preciso que vivamos desde esta fe, hondamente, los acontecimientos de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y lo comuniquemos a los demás haciéndolo incluso perceptible en actitudes y gestos. Hay que escuchar y meditar los pasajes de la Sagrada Escritura que nos hablan de estos hechos que han marcado definitivamente la historia. Dedicar tiempo, en estos días, a la oración y a la contemplación personal, en el seno de las familias, en las casas y en los templos», exhorta el cardenal Cañizares, en Semana Santa. «Participar intensa y religiosamente en las celebraciones litúrgicas; participar como familias», enfatizó. Reiteró que no tenemos que olvidar que «en el centro de esta Semana está el amor de Dios, y que de él surge, el amor fraterno, la caridad, y el servicio: la cruz».
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