El cardenal Aquilino Bocos aseguró que «santa Teresa de Ávila ilumina la reforma en la Iglesia hoy», durante su intervención en la ponencia inaugural del Congreso Internacional de santa Teresa, con el título ‘Teresa de Jesús, mujer excepcional’, el lunes 12 de abril. El evento, como parte de las celebraciones por el 50 aniversario de la santa como Doctora de la Iglesia, comenzó con una Misa presidida por el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo.
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Suscríbase al boletín de VenLEl purpurado reflexionó que cuando uno se asoma a los escritos y a las fundaciones de la santa y a tantas y prestigiosas obras, estudios y comentarios sobre ella «experimenta admiración, estupor y sobrecogimiento». Indicó que ante santa Teresa de Jesús siempre hay motivos «de sorpresa, de conmoción y de elevación», y de modo especial «ante el nuevo mundo y la Iglesia que se desgarra». Recordó que la santa —fundadora y reformadora— nos ofrece en su vida, escritos y fundaciones una magnífica lección que «ilumina, motiva e impulsa la reforma en la que se halla comprometida hoy la Iglesia».
Tenemos el privilegio de que el Cardenal Aquilino Bocos sea el encargado de la primera ponencia en @SantaDoctora pic.twitter.com/POzZR1ULXX
— CongresoSantaTeresaDoctora (@SantaDoctora) April 12, 2021
Aseguró que la Iglesia guarda de esta primera doctora «una lección de experiencia de vida plena y colmada, lograda por ‘tanto trato con Dios’». El cardenal Bocos ratificó que santa Teresa de Ávila «es experta consumada en establecer diálogo con otros puntos de vista y razonamientos teológicos». Consideró, al confrontar su obra con la propuesta del Papa Francisco, que «se constatan algunas convergencias», tras indicar que la reforma de la Iglesia depende, en gran parte, de la reforma de sus miembros. «Todos: obispos, sacerdotes, religiosos, laicos. Las personas reformadas acaban con las estructuras que entorpecen el dinamismo evangelizador de la Iglesia. Estando el mundo como está ‘No es tiempo de tratar con Dios cosas de poca importancia’», indicó.
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Con relación a la primera ponencia que se menciona en el marco del Congreso Internacional de Santa Teresa opino que no debe confundirse la «reforma» que emprendió Santa Teresa de Jesús en el marco del Carmelo con la mal denominada «reforma» de nuestra Iglesia Católica que se estaría propiciando, según el autor de dicha ponencia. En la materia, a nivel teológico, correspondería hablar de la «reparación» o «restauración» de la Iglesia, como por ejemplo lo practicara San Francisco de Asís después de orar frente al Crucifijo de San Damián y por ello nunca trató de ser un reformador de la Iglesia de Cristo sino que lúcidamente insistió un una renovación espiritual, con la previa conformidad papal, para ir del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio…Por lo expuesto, sugiero incursionar en las diferencias de significado existentes entre los verbos reformar, reparar y restaurar, porque sobre la reforma propiamente dicha ya Lutero, Calvino y otros dieron a lugar a uno de los más lamentables cismas de la Cristiandad…Ahora, un nuevo intento de reformar a la Iglesia resultaría nefasto, sin ningún tipo de atenuantes. Fraternalmente
Entiendo lo que usted quiere decir, Néstor, pero la expresión ‘reforma de la Iglesia’ es legítima. De hecho el Concilio Ecuménico de Vienne propugna la «reformatio ecclessiae in capite et in membris». Y el decreto ‘Unitatis redintegratio’ (n. 6) del Concilio Ecuménico Vaticano II afirma: «Ecclesia in via peregrinans vocatur a Christo ad hanc perennem reformationem».