El sacerdote y predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, de 86 años, pidió al Papa Francisco «una dispensa de la ordenación episcopal», es decir, para no ser consagrado obispo, como se hace con los nuevos cardenales que no recibieron dicha consagración, tal como precisó en una entrevista con el semanario diocesano ‘Chiesa di Rieti’. Francisco lo creará cardenal en el Consistorio del 28 de noviembre.
«He pedido al Papa una dispensa de la ordenación episcopal. El trabajo del obispo es ser pastor y pescador. A mi edad, poco podía hacer como ‘pastor’; en cambio, lo que podía hacer como ‘pescador’ lo puedo seguir haciendo anunciando la palabra de Dios», sostuvo el predicador de la Casa Pontificia. «También tengo el deseo de morir en mi hábito franciscano», aseguró.
El caso de Cantalamessa, que pidió al Papa una dispensa de la ordenación episcopal, no es el primero. Además, el presbítero recordó que no es el primer predicador de la Casa Pontificia en ser creado cardenal, dado que antes el padre Anselmo Marzati di Monopoli fue creado cardenal por Clemente VIII en 1604, el padre Francesco Maria Casini por Clemente XI en 1712 y el padre Ludovico Micara da Frascati a manos de León XII en 1826.
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