Benedicto XVI, ‘santo subito’

«Santo subito —santo ya—» fue uno de los gritos que se escucharon entre los que asistieron al funeral del Papa Emérito, el jueves 5 de enero. Además de los gritos para animar a declarar santo pronto a Benedicto XVI, en la Plaza de San Pedro, se pudo leer un gran cartel en italiano desplegado que también decía santo subito.

Uno de los gritos de las decenas de miles de católicos que asistieron al funeral de Benedicto XVI en el Vaticano fue «santo subito —santo ya», el jueves 5 de enero. Además de los gritos que lanzaron los fieles para animar a declarar santo pronto al Papa Emérito, en la Plaza de San Pedro, se pudo leer un gran cartel en italiano desplegado que también decía santo subito. La petición para que Benedicto XVI sea proclamado santo de forma inmediata fue circulando, boca a boca, durante estos días de luto. Además, los cardenales Angelo Bagnasco, Christoph Schönborn y Gerhard Müller, y laicos sugirieron que el Pontífice sea proclamado Doctor de la Iglesia.

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La expresión santo subito apareció por primera vez en el funeral de Juan Pablo II en 2005, promovida por un grupo de cardenales y fieles que buscaban que el Pontífice fuera canonizado de forma inmediata, fundamentados en la fama de santidad que le envolvía. Quienes lo promovían, pretendían un procedimiento exprés que ya se había empleado en otros momentos de la historia de la Iglesia. En 1983, Juan Pablo II había establecido que el proceso de canonización a una persona no puede abrirse hasta pasados 5 años de su muerte, cuya norma que sigue vigente. Joseph Ratzinger, en calidad de decano del Colegio Cardenalicio, fue quien se encargó de enfriar aquella petición. Primero convenció a los sectores más reivindicativos de que era más adecuado dejar la decisión en manos del siguiente Pontífice.

Ya como Benedicto XVI decidió otorgar una dispensa al proceso de canonización de su antecesor, y permitió iniciarlo apenas unos meses después de su muerte. El secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein, fue consultado sobre la posibilidad de que el Papa Emérito sea declarado santo subito, al recordar que en el funeral de Juan Pablo hubo voces que lo pedían. Consideró que esa es una posibilidad muy a tener en cuenta. «Creo que irá en esa dirección», precisó en una entrevista de la televisión católica privada EWTN, difundida el domingo por la noche, publicó ‘Religión Digital’. Lydia Jiménez, directora general del Instituto Secular las Cruzadas de Santa María, quien fue una de los 200.000 fieles que participaron en el velatorio del Papa Emérito habló de esa posibilidad en ‘La Razón’.

«¡Santo súbito! ¡Y doctor súbito! Tiene méritos más que sobrados para ser canonizado, pero sin duda alguna también para ser proclamado Doctor de la Iglesia por la aportación inmensa que ha realizado como investigador a la teología y que, lejos de ser caduca, tiene vocación de permanencia para las generaciones de católicos que vengan. Benedicto XVI es un astro que ha iluminado la Iglesia y sus enseñanzas nos seguirán iluminando. Además, su santidad puede ser refrendada, no solo por católicos de cierta edad, sino por los millones de jóvenes que han confirmado su fe a través de encuentros como la Jornada Mundial de la Juventud. No hay más que ver estos días de velatorio cuántos han venido», destacó Jiménez. Una petición similar realizó también Jorge Fernández Díaz, ex ministro del Interior español, en su columna publicada en ‘La Razón’, tras enfatizar que el Papa Emérito «deja tras de sí un legado de doctrina firme y clara».

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