El cardenal y prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, presidió la Misa de beatificación del sacerdote Gaietà Clausellas y de Antoni Tort, padre de 11 hijos, quienes son 2 mártires asesinados en 1936, durante la Guerra Civil Española, en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, a la que asistieron unos 2.000 fieles, llegados sobre todo de las diócesis de Barcelona y Tarrasa, el sábado 23 de noviembre.
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Indicó que a su «testimonio de caridad ambos permanecieron fieles, incluso cuando esto exponía sus propias vidas al peligro». Enfatizó que ambos beatos «dejaron a Dios la elección de su camino». «La elección de la vida cristiana ya había sido hecha por ambos en respuesta a una vocación: uno eligiendo el ministerio sacerdotal y el otro la misión de esposo y padre. Aceptaron ser condenados como Él por el don a los demás de sus vidas. Esto es lo que hace al mártir: la imitación de Cristo, incluso cuando seguirle lleva a la elección de aceptar la muerte», sostuvo.
Antoni Tort, padre de 11 hijos y joyero. llevaba la comunión a enfermos, y los domingos por la mañana iba a afeitar a los tuberculosos del hospital de San Lázaro. Por las tardes daba catequesis en la parroquia. Fue asesinado porque su nombre figuraba en una lista de peregrinos católicos a Montserrat. El otro mártir beatificado es el sacerdote Gaietà Clausellas, capellán de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, dedicadas a la atención a ancianos pobres y enfermos. Cuando se extendió la violencia anticlerical por Cataluña, se negó a abandonar su puesto diciendo: «No puedo dejar a mis viejecitos».
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