Los líderes cristianos denunciaron un «ataque coordinado» a presencia cristiana en Tierra Santa, tras su nuevo enfrentamiento con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, después de la decisión de varios municipios de imponer impuestos sobre la propiedad de las iglesias en Tel Aviv, Ramle, Nazaret y Jerusalén, por lo que enviaron un documento para ratificar su oposición a la decisión del ayuntamiento, el domingo 23 de junio.
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Suscríbase al boletín de VenLAseveraron que la decisión contradice «siglos» de acuerdos históricos entre las Iglesias y las autoridades civiles y supone un «ataque coordinado» a la presencia cristiana en Tierra Santa, al iniciar «procedimientos fiscales». «Socava el carácter sagrado de Jerusalén y pone en peligro la capacidad de la Iglesia para llevar a cabo su ministerio en esta tierra en nombre de sus comunidades y de las Iglesias de todo el mundo», explicaron, al destacar las «importantes contribuciones» de las organizaciones cristianas activas en Jerusalén, incluidas las inversiones en «escuelas, hospitales, residencias de ancianos e instalaciones para los desfavorecidos».
Los líderes eclesiásticos exigieron al ayuntamiento de Jerusalén que retire la decisión y mantenga el statu quo históricamente sancionado. La misiva fue firmada por el cardenal la carta el cardenal y patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa; Teófilo III, del Patriarcado Ortodoxo Griego; Nourhan Manougian, del Patriarcado Ortodoxo Apostólico Armenio; Francesco Patton, custodio de Tierra Santa; el obispo Ibrahim Sani Azar, de la Iglesia Evangélica Luterana en Jordania y Tierra Santa; Georges Dankaye’, del Exarcado Patriarcal Católico Armenio.
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