ASPECTOS FILOSÓFICOS DE LA INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO TERAPÉUTICO CON CÉLULAS MADRES: UNA MIRADA CENTRADA EN LA PERSONA (2).

Por Lenin de Janon Quevedo.

¿Para qué investigo o desarrollo terapéuticas en medicina regenerativa?

Lo que responde a la pregunta ¿para qué hago lo que hago?, es la finalidad. Allá donde se quiere llegar, una intencionalidad remota de todos los participantes de las investigaciones, e incluye: a quienes las piensan, quienes aportan recursos, los independientes que las revisan, y aquellos sobre quienes éstas surgen efecto.

Tomaremos como referencia los objetivos de la medicina redactados por el Hastings Center y que se resumen en: a) prevenir la enfermedad y las lesiones, y promover y mantener la salud, b) aliviar el dolor y el sufrimiento causado por las enfermedades, c) cuidar y curar aquellos con enfermedad y cuidar aquellos que no pueden ser curados, y d) evitar la muerte prematura y procurar una muerte tranquila. Es probable que estos objetivos puedan ser complementados, a lo mejor, a la luz de la incorporación de un rol más activo del paciente, pero convengamos que compendian el sentido de la práctica médica. Es lo que justifica la relación médico-paciente y lo que la sociedad espera de la medicina. En todos ellos subyace el servicio a la vida humana y merecen ser considerados fines.

Visto a groso modo, nadie podría decir que las promisorias expectativas puestas sobre la investigación y desarrollo de células troncales están fuera de los objetivos que tratamos de perseguir. Las células estaminales ofrecen la esperanza de restaurar la función celular y aliviar el sufrimiento asociado a trastornos discapacitantes. Además de reparación tisular, encuentran aplicación en: el estudio de mecanismos de enfermedades y del crecimiento normal del individuo, en el testeo de nuevas drogas, y como vehículos para tratamientos genéticos. No obstante, antes de iniciar la acción debo cerciorarme que mis fines sean buenos u «honestos», como diría Aristóteles, haciendo hincapié en que esos bienes son «bienes máximos» porque son queribles por sí mismos y no dependen ni de la utilidad, ni del deleite.

El interpretar como «imprescindible» la investigación con gametos, el pretender usar los sobrantes de embriones existentes, so pretexto que de lo contrario se desperdiciarían, o el estudiar la diferenciación celular sin un beneficio terapéutico concreto —por mencionar un par de propósitos—, se yerguen sobre una base pragmático-utilitaria que se aparta de la consecución de bienes máximos, y de mimetizarse con los objetivos de la medicina.

Es verdad que todo conocimiento es de suyo un bien, pero como bien útil debe ser un instrumento para perseguir valores como el cuidado, la prevención, la promoción de salud, la conmiseración ante el dolor o la dignidad del moribundo, todos ellos objetivos bio-médicos. El mismo Kant en su imperativo nos recordaba que la persona se constituye «como un fin, y nunca solo como un medio». Si el fin último de la investigación es únicamente el bien útil, y como éste se entiende al paciente, entonces esa persona estará siendo instrumentalizada, sometida al riesgo de ser dañada, e inobservándose el principio del primun non nocere.

Hay que reconocer que el estudio de mecanismos de activación o de potenciación celular redundaría en efectos positivos para los pacientes, pero esta finalidad deberá: excluir el daño y ser aclarada para evitar falsas expectativas, particularmente en poblaciones de susceptibilidad exacerbada, como son las personas con enfermedades neurodegenerativas o consentimiento subrogado. Vale recordar que en la medicina regenerativa la reconstrucción anatómica del órgano lesionado no es un estricto sinónimo de su restitución funcional, como lo demuestra la regeneración neuronal o miocárdica.

La apropiación y escasa difusión de los resultados de las investigaciones entre los sujetos biológicamente involucrados, en especial entre quienes ven en las células estaminales no solo su última, sino la única posibilidad de supervivencia, se emparenta más con regocijarse con la gloria científica que con servir a la vida humana. Esta actitud se opone al compromiso social que la ciencia tiene como producto del obrar humano y distorsiona la responsabilidad que custodia la libertad del investigador. De ahí el acento puesto sobre la transparencia y acceso a la información como expresión de la veracidad, a fin de que ésta pueda estructurarse como un genuino y centrado eje.

Aspectos filosóficos de la investigación y desarrollo terapéutico con células madres: una mirada centrada en la persona (2) en PDF.

El documento fue publicado originalmente en Biblioteca digital de la UCA – ‘Vida y Ética’ en 2012

ASPECTOS FILOSÓFICOS DE LA INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO TERAPÉUTICO CON CÉLULAS MADRES: UNA MIRADA CENTRADA EN LA PERSONA (2).

@ldejanon_qv

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí