El arzobispo de Lahore, Sebastian Shaw, asevera que el mundo no puede ignorar los secuestros y las conversiones forzadas de menores de edad de la comunidad cristiana y otras minorías religiosas en Pakistán, en una jornada de oración, organizada por la oficina de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, en el santuario de Cristo Rey de la diócesis de Setúbal, durante un viaje a Portugal.
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Suscríbase al boletín de VenL«Tenemos el deber de hablar sobre lo que está pasando para prevenir estos casos. Los casos de secuestros, abuso y conversiones y matrimonios forzados son un problema en la sociedad pakistaní que el gobierno está tratando de controlar», ratificó, tras asegurar que esto no solamente afecta a las niñas. «Algunas veces los niños también son secuestrados, abusados y asesinados. Imagínese la situación de estos padres de familia, que preparan las mochilas de sus hijos para el colegio, los envían a clase y nunca más los vuelven a ver porque los secuestraron», indicó el arzobispo de Pakistán, que asevera que el mundo no puede ignorar los secuestros y las conversiones forzadas.
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Shaw explicó que «algunas veces encuentran sus cuerpos y pueden celebrar un funeral y hacer duelo; pero en otros casos, lo único que pueden hacer los padres es llorar la desaparición de sus hijos». El secuestro de menores fue un tema de un informe realizado por la fundación pontificia titulado ‘Escucha su grito’, que afirma que Pakistán es uno de los países donde el problema es más grave, junto con Mozambique, Nigeria, Egipto, Irak y Siria. Shaw espera que más gente tome conciencia de esta realidad dramática para muchas familias. «Estos niños ni siquiera son libres de jugar en el jardín. Tenemos el deber de hablar sobre lo que está pasando para prevenir estos casos», aseguró el prelado.
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