El arzobispo de la diócesis de Vasai y secretario general de la Conferencia Episcopal de la India (CBCI), Félix Machado, denunció que «quieren erradicar la presencia cristiana en este país», al referirse a un reciente caso que fue explotado por los hinduistas, quienes acusaron a monjas en Michaelpatti, un pueblo del distrito de Thanjavur, de presionar a una niña para que se convirtiera. El suicidio de la menor —tragedia cuyo origen serían los problemas de la chica en las relaciones con su familia— en un pensionado dirigido por las Hermanas Franciscanas del Inmaculado Corazón de María fue utilizado como excusa para acusarlas de conversión.
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Suscríbase al boletín de VenL«Construyeron artificialmente un relato de los hechos, y tratan por todos los medios de sostenerlo», enfatizó Machado. «Solo pretenden atacar a la Iglesia con esta falsa acusación sobre las conversiones realizadas, sin la posibilidad de defenderse. Y crean un clima en el que el odio se extiende: en el distrito de Pudukkottai, también en Tamil Nadu, otras 2 monjas fueron atacadas. Unas 20 personas las interceptaron cuando se dirigían a visitar a una persona necesitada, acusándolas de querer realizar conversiones», aseveró el arzobispo de India, quien aseveró que los extremistas hindúes «quieren erradicar la presencia cristiana en este país». El caso mencionado, por el continúa en prisión la religiosa Sahaya Mary, de 62 años, se trasladó a la Oficina Central de Investigación, pero según el distrito escolar local, nunca se presentaron cargos o denuncias de conversiones forzadas contra la escuela de las monjas.
La superiora provincial, Sor Firmina Mary, recordó que desde hace 178 años son fieles a su «vocación de servicio desinteresado a las mujeres a través de la educación». «La hermana Sahaya Mary sigue en prisión, pero continuamos recibiendo el apoyo público de muchas familias que no son cristianas. La muerte de esta joven, que se alojaba en uno de nuestros pensionados, no tiene nada que ver con las acusaciones de conversión», afirmó la superiora provincial, Sor Firmina Mary, quien precisó que a la niña «en los últimos meses la atormentaba la sola idea de tener que volver a casa de su madrastra al final del ciclo escolar». «Nos entristece ver cómo se utiliza esta historia para manchar nuestra reputación y la de nuestra hermana», lamentó.
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