El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, en calidad de Comisario Pontificio y Representante Legal de los Monasterios de Belorado, Orduña y Derio, decidió que sean excomulgadas 10 religiosas de las 15 religiosas que viven actualmente en el Monasterio de Santa Clara de Belorado, después que ellas reafirmaron su abandono de Roma «libre y voluntariamente», después de que finalizó el plazo que les fue dado por la jurisdicción eclesiástica en España.
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Iceta difundió «el Decreto de declaración de excomunión y la Declaración de dimisión —expulsión— ipso facto de la vida consagrada a todas y cada una de las 10 hermanas que han incurrido en cisma». La resolución arzobispal incluyó la «declaración de dimisión o expulsión inmediata de la vida consagrada de las 10 integrantes del convento de Belorado que habrían firmado el burofax reafirmándose en su decisión», por lo que la excomunión recae de forma personal sobre cada una de ellas, tal como precisó el documento.
«Son las mismas hermanas las que han mostrado su decisión libre y personal de abandonar la Iglesia católica. Ante esta decisión, es necesario recordar que la Declaración de excomunión es una acción jurídica considerada por la Iglesia como una medida medicinal, que mueva a la reflexión y a la conversión personal», aseguró el decreto de excomunión, que explicó que la comunidad de clarisas de Belorado no desaparece. «Sigue existiendo comunidad monástica formada por las hermanas que no han incurrido en excomunión, al no haber secundado el cisma», indicó.
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