Amy Coney Barrett, católica, fue confirmada el lunes 26 de octubre por el Senado como nueva juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, en reemplazo de la progresista Ruth Bader Ginsburg tras su fallecimiento. Barrett prestó juramento que fue administrado por el juez Clarence Thomas horas después en la Casa Blanca.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 27, 2020
La juez católica, de 48 años y madre de 7 hijos, obtuvo 52 votos contra 48 en la sesión del Senado de Estados Unidos. Con Amy Barrett, la nueva juez, ahora son 6 los jueces católicos en la Corte Suprema de Estados Unidos, entre los que se encuentran el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, y los jueces Clarence Thomas, Samuel Alito, Sonia Sotomayor y Brett Kavanaugh. Barrett se unirá a Sotomayor como las dos únicas juezas católicas de la Corte Suprema en la historia del país norteamericano. El nombramiento de Barrett es el tercero de Trump para el Supremo, después de los de Gorsuch y Kavanaugh.
Barrett fue objeto de todo tipo de ataques e insidias desde que fue nominada por el mandatario estadounidense, tanto antes como durante el proceso de escrutinio en la Comisión de Justicia del Senado de los Estados Unidos. El nombramiento de la juez despertó interés de los grupos a favor de la vida humana y la familia natural, que ven en la mayoría que se configura con su llegada al Tribunal Supremo la posibilidad de revertir la sentencia Roe vs. Wade que legalizo el aborto en 1973 en Estados Unidos o poner freno a algunas leyes que se basan en la ideología de género.
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