El Alto Comité para las Propiedades abrió una oficina para inventariar y proteger de la expropiación ilegítima los bienes inmuebles de los propietarios cristianos que abandonaron la región durante los años del conflicto sirio en Raqqa, la ciudad que se convirtió en el bastión y capital siria del Estado Islámico entre 2014 y 2017. El secretario del Alto Comité de la Propiedad, Fadj Jajo, precisó que la iniciativa es un ejemplo de las políticas de protección de los derechos de las minorías aplicadas por las fuerzas que ejercen el poder en la zona.
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La iniciativa se lleva adelante en la zona de Siria que desde hace tiempo no está controlada por el gobierno de Damasco. Raqqa fue bombardeada en la intervención militar de la coalición anti-Estado Islámico destinada a quebrar la resistencia de las milicias islamistas. Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) apoyadas y armadas por Estados Unidos fueron las que liberaron la ciudad. La zona del noreste de Siria está controlada por la ‘Administración Autónoma Democrática de la Región del Norte y Este de Siria’, una entidad autónoma de facto.
Jajo precisó que la filial del Comité creada ad hoc tendrá la tarea de inspeccionar meticulosamente los bienes inmuebles pertenecientes a propietarios cristianos armenios, sirios y asirios. Armin Mardoian, funcionario administrativo del Comité, ratificó su compromiso de «salvaguardar las propiedades y los lugares sagrados de los pueblos sirio —sirio, asirio, caldeo—y armenio». Además, destacó los esfuerzos de colaboración con la Administración Autónoma del Noreste de Siria para garantizar la devolución de los bienes a sus legítimos propietarios.
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