Sri Lanka recordó desde sus casas a las víctimas de las masacres de Pascua en el primer aniversario de los atentados yihadistas perpetrados de manera simultánea el 21 de abril de 2019, en el que hubo al menos 279 muertes y 600 heridos por la explosión de 3 templos cristianos -2 católicos y 1 protestante- y 3 hoteles. Las autoridades debieron suspender las ceremonias públicas planeadas debido al confinamiento por la pandemia del COVID-19. El país realizó el repique de las campanas de las iglesias durante 5 minutos y guardó 2 minutos de silencio a las 8.45, hora en la que explotaron las bombas.
«Esta mañana las campanas de nuestras iglesias y de todos los lugares de culto cristianos, budistas, hindúes y musulmanes, repicaron para recordar a los mártires de los ataques del 21 de abril de 2019, cuando unos terroristas provocaron una masacre en Sri Lanka. No pudimos realizar un evento público, debido al bloqueo por el COVID-19, pero todo el país conmemoró a las víctimas, desde sus casas, como lo pidió nuestro cardenal Malcom Ranjith», indicó el director de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en Sri Lanka, Basil Fernando. «Todos hicieron una oración personal. Todos los ciudadanos encendimos una vela para recordar las vidas troncadas: todos los lugares de culto encendieron sus luces», aseguró.
Precisó que «todos pararon para rezar a nuestros mártires, asesinados por la violencia terrorista, cruel y sin sentido», al conmemorar a las víctimas de las masacres de Pascua, en su primer aniversario. Explicó que «fue un programa de conmemoración sencillo pero intenso y profundo» y que «más adelante, cuando las condiciones lo permitan, podremos abrir y bendecir la nueva Capilla de los mártires en Negombo -sitio de uno de los ataques-«. «Nos uniremos todos, en cuanto sea posible, nada más termine el tiempo del aislamiento».