Por Fray Tuk. «DEN A DIOS LO QUE ES DE DIOS»

Mateo 22, 15-21

Los fariseos se reunieron entonces para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones. Y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie. Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?».

Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa? Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto». Ellos le presentaron un denario. Y él les preguntó: «¿De quién es esta figura y esta inscripción?». Le respondieron: «Del César». Jesús les dijo: «Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios».

SAN AGUSTÍN DE HIPONASermón 113, A.

DEN A DIOS LO QUE ES DE DIOS.

«Adorando la imagen del hombre que hizo el Artífice, quebrantas la imagen de Dios, que Dios imprimió en ti mismo. Por tanto, cuando te llame para que vuelvas, quiere devolverte aquella imagen que tú, estropeándola con la ambición terrena, perdiste y oscureciste… De aquí procede, hermanos, el que Dios busque su imagen en nosotros… Como el César busca su imagen en su moneda, así Dios busca la suya en tu alma. Dice: Den al César lo que es del César. ¿Qué te pide César? Su imagen. ¿Qué te pide Dios? Su imagen. Pero la del César está en la moneda, la de Dios está en ti. Si alguna vez pierdes una moneda, lloras porque perdiste la imagen del César; ¿y no lloras cuando, adorando un ídolo, sabes que estás destrozando la imagen de Dios que hay en ti?».

@fraytuk

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