El gobierno de Corea honró a título póstumo a 3 sacerdotes misioneros, miembros de la Sociedad Misionera de San Columbano, como héroes de la Independencia frente a Japón. La distinción para estos 3 presbíteros ―2 irlandeses y un australiano― que trabajaban en lo que actualmente es la diócesis de Jeju, se hizo publica a finales de diciembre pasado. La historia de los misioneros muestra el aporte de la Iglesia católica al pueblo coreano.
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El honor fue conferido a los padres columbanos irlandeses Patrick Dawson (1905-1989) y Thomas D. Ryan (1907-1971) y al padre columbano australiano Austin Sweeney (1909-1980). El gobierno coreano, a través del Ministerio de Asuntos Patrióticos y de Veteranos de Corea, promovió un registro que reconoce a quienes contribuyeron en el movimiento de Independencia del país durante la invasión japonesa, finalizada en agosto de 1945.
Los 3 misioneros transmitieron esperanza y un mensaje de resistencia pacífica, durante el período de la ocupación japonesa, uno de los momentos más oscuros de la historia de Corea. El padre Patrick Dawson, enviado a Corea en 1933, trabajó como párroco. Además de su ministerio sacramental, se dedicaba a iniciativas de consuelo y caridad para la población oprimida. El padre Thomas Daniel Ryan, también párroco, animó a los fieles coreanos a mantener la fe en Dios y a resistir con esperanza.
El padre Augustine Sweeney era conocido por su incansable servicio apostólico y caritativo. Las declaraciones y la labor de los tres sacerdotes llevaron a su detención en diciembre de 1941, acusados de difundir información falsa. Los presbíteros fueron condenados a prisión, dejando a sus comunidades privadas de su presencia durante años. A pesar de su encarcelamiento, los 3 misioneros afrontaron ese difícil período con fe y esperanza.
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