El cardenal y arzobispo de Singapur, William Goh, exigió revisar las medidas de seguridad en los templos, después que el padre Christopher Lee, párroco de la iglesia de San José en Bukit Timah, Singapur, fue apuñalado durante la Misa vespertina mientras distribuía la comunión. El sacerdote, de 57 años, se encuentra en proceso de recuperación.
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«Este incidente no solo hirió gravemente a un sacerdote en un lugar de culto, sino que también ha sembrado el miedo en la comunidad», aseveró el purpurado, al enfatizar en la necesidad de mantener la «vigilancia en la fe» y revisar las medidas de seguridad en las iglesias.
La arquidiócesis de Singapur cuenta desde 2016 con el «Consejo de Operaciones de Respuesta de Emergencia», una entidad que trabaja en coordinación con la policía para velar por la seguridad en las parroquias. Goh animó a la comunidad a cuidarse unos a otros y a estar atentos a comportamientos sospechosos o a objetos abandonados.
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