La dictadura sandinista prohíbe a los sacerdotes que ingresen a los hospitales públicos para dar la Unción de los Enfermos, como parte de su persecución a la Iglesia en Nicaragua, tal como lo denunció la abogada e investigadora nicaragüense, Martha Patricia Molina, quien se encuentra en el exilio.
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«Nada sigue normal. En la última semana un sacerdote salió al exilio producto de la persecución policial. Además, en los hospitales están prohibiendo el ingreso de sacerdotes para que lleven los Santos Oleos», aseveró Molina en X, antes Twitter, tras explicar las limitaciones del gobierno de Daniel Ortega. «Los sacerdotes son rechazados en los hospitales, donde se les indica que no tienen permitido el acceso», denunció.
La persecución a la Iglesia católica en Nicaragua es una gran amenaza para los fieles. Molina se refirió a la constante vigilancia a la que están sometidos los sacerdotes por parte de las fuerzas de seguridad. «La policía vigila continuamente a los sacerdotes, les hace preguntas y les recopila información personal detallada», explicó la investigadora nicaragüense, al referirse a la situación que atraviesan los católicos.
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