El custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, presidió la Misa de acción de gracias en Jerusalén por la reciente canonización de los mártires de Damasco en Roma, el domingo 27 de octubre. Los 11 mártires canonizados por Francisco ―8 frailes menores y tres laicos maronitas― sufrieron martirio en Damasco, entre el 9 y el 10 de julio de 1860.
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Explicó que «son los representantes de decenas de miles de cristianos que el mismo año sufrieron martirio en Líbano y Siria, y prefirieron morir antes que renegar de Jesucristo». «Parafraseando: los mártires dieron la vida con Jesús y por Él, ‘no puede ser que nos baste su testimonio y quedar bien contando su historia y ondeando su bandera’», reflexionó Patton.
«Ellos nos demuestran que es posible vivir hasta el final un abandono pleno y confiado en Dios, incluso en medio de situaciones difíciles, de persecución injusta y de sufrimiento inocente. Nos dicen que vivir y amar con esta radicalidad es posible, no es idealismo, no es utopía. Al contrario, amar hasta dar la vida es la manera más auténtica de ser cristianos», consideró el custodio.
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