Los médicos del hospital civil de Sahiwal, en Punjab, fueron culpables de graves negligencias a nivel clínico, así como de odio hacia otros conciudadanos simplemente por la fe que practican. Yousaf Masih Gill, denunció que su padre, gravemente enfermo y luchando por su vida, fue objeto de un trato «poco profesional y discriminatorio» por parte del personal médico a causa de la fe que el hombre profesa.
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Suscríbase al boletín de VenL«Si hubiera sabido antes que ustedes son cristianos, no habría tocado a su padre», indicó Masih, al precisar la declaración de un médico musulmán del hospital, el martes 1 de octubre. El hijo explicó que, cuando él y su familia entraron en la habitación del médico, se quedaron sorprendidos al ver a sus colegas en una partida de Parchisi (Ludo) durante horas de trabajo. Masih acabó pidiéndoles que atendieran a su padre, gravemente enfermo, pero le respondieron: «Estamos jugando. Lo veremos más tarde».
En el exterior del hospital se encontraba Babu Nadeem, catequista católico y hermano de Yousaf Masih, que organizó una protesta cuando se enteró de que a su padre le habían denegado la operación. «Mi padre está luchando con la muerte y tiene que soportar un dolor y una agonía inmensos, pero el comportamiento de los médicos es grosero con los pacientes. Acudimos a los hospitales para recibir atención médica y creemos que se nos puede tratar sin discriminación, porque a los hospitales acuden personas de cualquier religión o etnia para recibir medicamentos, exámenes o pruebas», indicó.
«Fuimos testigos de un comportamiento muy decepcionante por parte de nuestros médicos sólo porque somos cristianos. Esto es absolutamente inaceptable», aseveró. «En las escuelas y universidades, los estudiantes cristianos sufren a menudo prejuicios y acoso, y son marginados por su fe. E incluso en los hospitales, la situación no es mejor y, como revelan algunos trágicos incidentes ocurridos en el pasado reciente, los cristianos son objeto de negligencia y de un trato tendencioso por parte del personal médico», precisó Ashiknaz Khokhar, activista de derechos humanos.
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