Refugiados católicos de la llanura de Nínive celebran fiesta de la Santa Cruz

Refugiados católicos de la llanura de Nínive celebraron fiesta de la Santa Cruz, una solemnidad litúrgica especialmente amada por la devoción popular de las comunidades cristianas de esa región. Se reunieron en la iglesia caldea de Mar Gewargis -San Jorge-, para participar en la Misa y luego en la procesión con velas y antorchas por las calles de la ciudad hasta la llamada 'Colina del Obispo'.

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Refugiados católicos de la llanura de Nínive celebraron fiesta de la Santa Cruz, una solemnidad litúrgica especialmente amada por la devoción popular de las comunidades cristianas de esa región. Las dificultades persistentes tras la invasión yihadista de 2014 y los nuevos problemas relacionados con la propagación de la pandemia de coronavirus no impidieron la festividad.

Cristianos de Teleskof, que se encuentra 30 kilómetros al norte de Mosul, se reunieron en la iglesia caldea de Mar Gewargis -San Jorge-, para participar en la Misa y luego en la procesión con velas y antorchas por las calles de la ciudad hasta la llamada ‘Colina del Obispo’, durante la noche del domingo 13 de septiembre. En la celebración participaron en la celebración decenas de familias cristianas de Talkaif, Batnaya, Baqofah e incluso Mosul, que durante los años de la invasión yihadista encontraron refugio en Teleskof, y aún no han regresado no regresaron a sus hogares. Por la pandemia, antes de ingresar a la iglesia, se midió la temperatura corporal de los fieles y se prescribió el uso de barbijo y desinfección de manos. Al final de la procesión, los refugiados católicos de la llanura de Nínive que celebraron la fiesta de la Santa Cruz encendieron las antorchas colocadas para iluminar la cima del cerro.

En 2015, en la ciudad de Al Qosh, la procesión por la solemnidad de la Santa Cruz se vivió como un signo de esperanza para todos los cristianos de la llanura de Nínive. «Con esta procesión, y con los signos externos claramente visibles que la acompañan, los cristianos de Al Qosh también enviaron una señal conmovedora que nos desafía a todos. Han querido decir: todavía estamos aquí, aunque nadie nos proteja, porque estamos seguros de que el Señor Jesús nos protegerá, con María su Madre», reflexionó el entonces sacerdote irakí siro católico Nizar Semaan, que actualmente es arzobispo siro católico de Adiabene -Hadiab-.

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