El cardenal y patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, presidió la celebración en el santuario de las Bienaventuranzas que se encuentra cerca del Mar de Galilea, entre Tabgha y Cafarnaúm, en el domingo dedicado a esa memoria. El templo, gestionado y cuidado por las Hermanas Franciscanas Misioneras del Inmaculado Corazón de María, fue diseñado sobre los restos de unas construcciones bizantinas del siglo IV, en el lugar donde la tradición sitúa el Sermón de la Montaña de Jesús.
Síganos en Telegram
Colabore con Verdad en Libertad
Suscríbase al boletín de VenLPrecisó en la homilía que en un mundo donde parece prevalecer la fuerza de los poderosos, «las bienaventuranzas indican el camino que marca la vida de todo cristiano». «Las Bienaventuranzas, que son el corazón de la fe cristiana, nos recuerdan especialmente en este tiempo donde parece que ser fuerte, ser duro y prevalecer sobre los demás es la ley que decide el destino del mundo, nos recuerda que la mansedumbre, el ser pobre en Cristo es la única manera de llevar al mundo a crecer en el amor y el respeto mutuos», aseguró el purpurado.
Pizzaballa estuvo acompañado por Youssef Matta, arzobispo greco-melquita de Galilea; Giacinto Boulos Marcuzzo; Moussa Al-Hajj, arzobispo maronita de Haifa y Tierra Santa, y Piotr Przyborek, obispo auxiliar de Gdansk-Polonia. Asistieron sacerdotes de las comunidades de Galilea y de otras regiones, con sus feligreses y familias religiosas que llenaron la iglesia, abarrotada a causa de la lluvia. «Es muy hermoso, a pesar del tiempo que ahora se abrió, ver cómo nuestro pueblo y nuestras familias quieren encontrarse reunirse en torno a la Palabra del Evangelio en los lugares del Evangelio», consideró.
Puede interesarle: Cardenal electo Pizzaballa: «Seguiré siendo voz de cristianos de Tierra Santa en mundo».
[…] Puede interesarle: Celebración en santuario de las Bienaventuranzas de Galilea. […]