El cardenal y pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Luis Antonio Tagle, exhortó a «la formación permanente de los sacerdotes», dado que para no volverse como «lobos», los pastores de la Iglesia «deben velar por sí mismos y cuidar de sí mismos y de su fe», al insistir que toda auténtica vida sacerdotal es un camino de formación que nunca termina, durante la inauguración de la Conferencia Internacional para la Formación Permanente de los Sacerdotes, que comenzó en el Vaticano, el martes 6 de febrero.
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«La formación permanente de los sacerdotes tiene que ver ante todo con la humildad. Se difundió una tendencia, que persiste hasta hoy de pensar que la ‘formación’ se limita a la formación en el seminario. Esto creó la idea errónea de que la ordenación marca el final de la formación. Una vez ordenado, un ministro ya no necesita formación. ‘Me ordenaron porque ya estaba formado’, dicen», lamentó el purpurado. Consideró que en esta concepción engañosa «la ordenación significa que ya no hace falta estudio, ni oración, ni dirección espiritual, ni orientación, ni un estilo de vida sencillo, ni disciplina: ‘Estas cosas son sólo para los seminaristas. Yo ya estoy ordenado’».
En inglés.
Explicó que los sacerdotes ordenados necesitan seguir formándose precisamente en su condición de ministros ordenados. «Justamente porque estamos ordenados al servicio de Dios y de la Iglesia, necesitamos formarnos continuamente… Además, la Iglesia recibirá el servicio de calidad que se merece», ratificó. La Conferencia Internacional es promovida por el Dicasterio para el Clero, junto con el Dicasterio para la Evangelización, Sección para la Primera Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares, y el Dicasterio para las Iglesias Orientales.
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