El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, precisó que el estado de Francisco es «bueno y estable», el lunes 27 de noviembre, después que el sábado fuera sometido a un TAC (tomografía axial computarizada) por una «leve gripe» que le obligó a cancelar su agenda. Indicó que el estudio «descartó la neumonía, pero mostró inflamación pulmonar causando algunas dificultades respiratorias».
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Bruni afirmó que para un tratamiento más eficaz «se colocó una cánula con aguja para la infusión de una terapia antibiótica intravenosa». Además, explicó que «el estado del Papa es bueno y estable, no tiene fiebre y su situación respiratoria mejora claramente». El Vaticano aplazó algunos compromisos previstos «para que pueda dedicar el tiempo y la energía que desea». Sostuvo que otros de carácter institucional «o más fáciles de soportar dado su actual estado de salud, se mantuvieron».
El Vaticano canceló las actividades del Papa por una «gripe leve», el sábado 25 de noviembre. El domingo 26 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey, el Pontífice dirigió el Ángelus desde la capilla de la Casa Santa Marta, el cual fue seguido a través de las pantallas en la Plaza de San Pedro. Antes del rezo de la oración mariana, Francisco enfatizó que no podía asomarse a la ventana del Palacio Apostólico debido a que todavía tiene «este problema de inflamación en los pulmones».