El cardenal y prefecto apostólico de Ulán Bator, capital de Mongolia, Giorgio Marengo, precisó que cuando llegó por primera vez como un sacerdote misionero a Mongolia hace 20 años, su misión instaló dos yurtas, unas tiendas redondas, en la estepa, una para actividades y otra para ofrecer Misa, en una conferencia que fue organizada recientemente en Roma por ‘The Lay Centre’.
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Suscríbase al boletín de VenL«Nos enviaron a un área lejana donde la Iglesia nunca había estado antes. Después de un largo proceso para obtener los permisos necesarios, finalmente obtuvimos un terreno, vacío, nada», aseguró Marengo. Explicó que los misioneros católicos, que habían pasado 3 años estudiando el idioma mongol como preparación, decidieron comenzar orando al llegar allí.
El purpurado enfatizó que la evangelización comienza con la oración. Insistió que Mongolia, que contiene algunos de los lugares más remotos del mundo, se presta a la oración contemplativa. El Papa Francisco será el primer Pontífice que irá a Mongolia cuando visite la capital Ulaanbaatar en el próximo viaje apostólico que realizará del 31 de agosto al 4 de septiembre.
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