José Lourenço da Silva, un hombre de 104 años, recibió recientemente el Bautismo, la Comunión y la Confirmación en la capilla São Judas Tadeu, en Alto Piquiri, en el estado brasileño de Paraná. Indicó que para él «fue muy bonito, estuvo bien», porque «el cuerpo pesaba» y «ahora todo es ligero». Los sacramentos de iniciación cristiana que recibió fueron posibles con la ayuda y la preocupación de una anciana y su madrina de Bautismo, Sidônia dos Santos, así como del vicario del santuario de San José, el padre Murilo Macedo.
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Sidônia precisó que siempre visitaba a José y le decía a su marido que quería cuidar de él. «Con paciencia lo visité hasta que él confió en mí. Entonces lo tomé y le dije: ‘Oiga, señor Zé, ¿está usted bautizado?’ y me respondió: ‘Yo fui bautizado en casa, nunca me bautizaron en la iglesia, no existía’. ‘¿Y no quiere bautizarse en la iglesia?’. ‘Sí, quiero bautizarme, porque quiero tomar la Hostia, esa Hostia así’», contó la madrina. El vicario del Santuario de San José, el padre Murilo Macedo da Luz, pidió que se investigara si José Lourenço había sido bautizado y si había recibido los demás sacramentos, porque no estaba seguro.
«Durante un mes más o menos, intentamos conversar con él, le hablamos de las verdades de la fe. Una pequeña catequesis un poco intensiva, de alguna manera, para que no lo hiciera de cualquier forma. Y poco a poco nos dimos cuenta de que tenía muchas ganas de recibir la Eucaristía y el sacramento del Bautismo», indicó. «Así que le escribimos a nuestro obispo pidiéndole que nos autorizara a celebrar el Bautismo bajo condición , y en la misma ocasión el sacramento de la Confirmación, también bajo condición, ya que teníamos dudas al respecto. Y en esta misma ocasión, también recibió por primera vez el Santísimo Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo», explicó el presbítero.
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