Los obispos de Filipinas tomaron una decisión oficial, conjunta y firme —quizá son los primeros del mundo en hacerlo— sobre el rezo del Padrenuestro en la Misa, tras años de debate larvado, después de reunirse en su encuentro anual en Kalibo, con una circular fechada el 16 de julio pasado. La misiva de los prelados lleva el sello de la Comisión Episcopal de Liturgia, y la firma del presidente de la Comisión, el arzobispo de Capiz, Victor Bendico.
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Los prelados indicaron que tanto levantar las manos —la llamada «postura del orante»— como tomarse de las manos —levantadas o no— es lícito para los fieles durante el Padrenuestro de la Misa —fuera de la liturgia, cada familia o grupo de amigos puede hacer como prefiera—. Además, aseguraron que es lícito no hacer ninguna de las 2 cosas. Consideraron que la Instrucción General del Misal Romano «calla sobre el tema, tanto prohibirlo como prescribirlo va contra la intención de la Instrucción». «Ambos gestos son litúrgicamente aceptados para acompañar la oración del Padrenuestro», aseguraron.
«Se nos exhorta, por lo tanto, a ejercer un respeto sincero al otro en el gesto que expresemos durante la oración. Los fieles pueden recitarlo o cantarlo con el gesto que mejor les ayude a experimentar y a expresarse ellos como hijos de Dios. Para muchos de los fieles, es alzar las manos en la postura orante como mejor expresan el amor filial y la reverencia de esta oración. Nada en las Escrituras ni en la tradición cristiana les prohíbe hacerlo», precisaron. Los obispos filipinos ya trataron este asunto en 2023 y en 2005.
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