Los obispos de la República Centroafricana aseveraron que «el proceso de socialización basado en la familia está en peligro en nuestro país», tras considerar que «las múltiples crisis político-militares que vive nuestro país desestructuraron las familias y comprometieron la educación», en el mensaje publicado recientemente al final de su asamblea plenaria celebrada en Bangassou.
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Los prelados indicaron que se está «instaurando la cultura de la violencia y de la impunidad, de los contravalores arraigados en el individualismo y el egoísmo». Se refirieron a los contravalores amplificados por las redes sociales que difunden «fake news, calumnias y delirios», los que se convierten en «caja de resonancia del odio que amenaza con estallar cada día en nuestra comunidad». Explicaron que a eso se suma a «la extrema pobreza en la que vive la mayoría de la población».
El gobierno convocó a un referéndum para aprobar la nueva Constitución, pero la Conferencia Episcopal Centroafricana (CECA) había declinado la invitación a participar en el Comité encargado de redactar una nueva. Los obispos cuestionaron «la pertinencia de tal elección por parte del gobierno, teniendo en cuenta los principios de confrontación democrática, y sobre todo los numerosos desafíos sociopolíticos y económicos a los que se enfrenta el país».
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