Caritas de la diócesis de Butembo-Beni, en el noreste de la Congo-Kinsasa, que ofrece soluciones sostenibles para familias afectadas, emitió un llamamiento urgente a la comunidad internacional y a los medios de comunicación católicos de todo el mundo, para alertar sobre la grave situación humanitaria que atraviesa la región del Norte de Kivu, frente a las masacres perpetradas por los rebeldes de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en la zona de Beni y por los grupos armados del M23 en los territorios de Rutshuru y Lubero que dejaron a la población en una situación de vulnerabilidad y sufrimiento.
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La jurisdicción eclesiástica, con el apoyo de diversas organizaciones internacionales como Caritas Internationalis, Caritas Noruega, Caritas Bélgica y el Catholic Relief Services (CRS), moviliza recursos para mitigar los efectos de la crisis. Las acciones de Caritas incluyen tanto la ayuda humanitaria de emergencia como programas de desarrollo a largo plazo, enfocados en ofrecer soluciones sostenibles para las familias afectadas. Entre las iniciativas más destacadas, Caritas puso en marcha 2 centros de formación profesional que ofrecen a los jóvenes una oportunidad de aprender oficios que les permitan ganarse la vida.
Las formaciones son cruciales en un contexto en el que muchos padres ya no pueden permitirse pagar la educación de sus hijos debido a la guerra, que destruyó campos agrícolas, principal fuente de ingresos de muchas familias. Caritas Butembo-Beni trabaja con más de 2.500 hogares rurales para promover la agricultura y la piscicultura como herramientas para mejorar la seguridad alimentaria y generar ingresos. La Granja Escuela Nino Banglireri, establecida en 2012 gracias a la Conferencia Episcopal de Italia, vió reducida su productividad agrícola debido a su ubicación en una zona controlada por los rebeldes ADF, lo que pone en riesgo su continuidad.
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