Los ortodoxos ucranianos celebraron la Pascua entre explosiones, sin renunciar a participar de las festividades cristianas, en las que imploraron por la paz en el país, tras la invasión rusa. Vladimir, un sacerdote ortodoxo, es quien rocía con agua bendita una y otra vez a la gente que asistió a las celebraciones.
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Suscríbase al boletín de VenLAseveró que «los rusos olvidaron como ser un ser humano». Precisó que desde que comenzó la guerra, la Iglesia ortodoxa ucraniana pretende alejarse de Kirill, patriarca de Moscú. «Es imposible que cambie», afirmó Vladimir. En el Dombás, Dionisio, capellán en el frente y en la ciudad, es quien sobre la ropa militar se coloca las prendas eclesiásticas. «Me conectaré a internet y transmitiré la misa en vivo», indicó.
Dionisio reza y canta para bendecir los alimentos. «Comemos huevos de Pascua como símbolo de vida. Tienen dibujos tradicionales y símbolos ucranianos», enfatizó. Las Pascua es una festividad alegre al igual que los ritos ortodoxos, e incluso con un toque de superstición. Una vez que el huevo se bendijo hay que chocarlo contra otro, quien lo rompa primero se llevará la «buena suerte».
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